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México: a mayor policía, mayor violencia

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policia militarEn seguridad, adaptando
la Ley de Murphy y
aplicada al país, lo que
ha de pasar pasará y de
la peor manera.

 

Alguna vez, cuando el asesinato del locutor paco stanley en junio de 1999, el insensato de ricardo salinas pliego clamó en las ondas televisivas de su propiedad el porqué de la violencia y la inamovilidad de las autoridades:

“Hoy fue Paco, mañana podemos ser usted o yo, o cualquiera. La impunidad nos asalta y ¿dónde está la autoridad? ¿Para qué pagamos impuestos? ¿Para qué tenemos elecciones? ¿Para qué sirven los tres poderes del gobierno? ¿Cómo puede haber tanto gobierno y nada de autoridad? En esta ciudad como en tantas otras de México la impunidad, la ineptitud de la autoridad y también la indiferencia de la ciudadanía han alcanzado un límite. Hoy lloramos por Paco, ¿por quién lloraremos mañana? Es claro que las autoridades han fallado, pero también que nosotros, los mexicanos, estamos fallando.» (http://tinyurl.com/lzh2h78)

El virulento ataque de salinas pliego a las autoridades, quién lo diría, se ha transformado en una especie de premonición de lo que pasaría de manera constante en el país, tanto que podríamos cambiar sólo unas pequeños fragmentos y su sentido sería tan actual que hasta asusta.

Así, en lugar de paco stanley podríamos citar algún lugar geográfico: Ayotzinapa, Tlatlaya, Veracruz, Oaxaca, Ecatepec, La Paz, Ciudad Victoria, o algún otro lugar que usted recuerde con hechos violentos donde se hayan involucrado autoridades; en lugar de centralizarlo en la CDMX de mancera, lo sustituimos por México entero para que nadie se queje de haber quedado fuera; y, finalmente podemos señalar que lloramos por la matanza, desaparición, levantón, secuestro o lo que usted sepa que alguien haya sufrido (o sufrido usted mismo)… ¡y voilà! tenemos un reporte de la actuación de las autoridades actuales.

En este país existe el ejército, la marina, la procuraduría, las policías estatales y locales, a ellas se han agregado la policía federal, la gendarmería, la guardia rural en el caso de Michoacán y ahora hasta una policía militarizada para el norte del país (Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas – http://tinyurl.com/mrkht25), todas ellas enfocadas a preservar la seguridad de la población del país, pero lo único que se está viendo es que son medidas reactivas ante el poderío desplegado por los grupos delincuenciales.

No estamos viendo que los índices de violencia bajen, que la cantidad de robos disminuyan, más bien estamos viendo que aumenta el número de personas que no denuncian porque son justamente elementos policíacos los que comandan los grupos delincuenciales que atentan contra la ciudadanía.

Cada vez que detienen delincuentes, sea en grupo o en solitario, ya es cosa común saber que son ex integrantes de un “aparato de seguridad” o están coludidos con ellos, debido a esa relación es que los datos de los denunciantes no están resguardados y llegan a los cómplices de esos delincuentes, que aprovechan para amedrentar y atentar contra quienes se les ocurre levantar denuncia.

La baja en el número de denuncias es lo que festinan los funcionarios policiacos, transformando las cifras en un “aumento de la seguridad y baja en la incidencia de delitos”, cuando los hechos del día a día muestran la realidad, que incluso se muestran en los periódicos y en las redes sociales, pero que al no haber denuncia no es tomado para el conteo oficial.

Estos años en materia de seguridad parecen haberse trasladado a la época lopezportillista y al comando de arturo “el negro” durazo, época en la que se sabía que la violencia estaba a la orden del día y que eran los policías los que cometían esos atropellos.

Entonces, ricardo salinas pliego al parecer no tenía nada de insensato y sí mucho de razón y anticipación.

Violencia institucional e información ciudadana

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Denuncia via celularSi bien es cierto que es dueño de la violencia institucional, también es cierto que debe seguir reglas y protocolos para hacer uso de esa facultad, pero dados los acontecimientos de los 2 primeros años del regreso del pri a la presidencia, tal parece que los 3 niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) han utilizado de forma irrestricta, y hasta abusiva, su derecho al “uso de la fuerza”, lamentablemente no para abatir los índices de inseguridad sino para atacar de frente a quienes debía defender, a la ciudadanía.

Los hechos hablan por sí solos, por ejemplo, en Michoacán se dio el fenómeno de las autodefensas para protegerse de las agresiones del crimen organizado y por el hartazgo de la población ante la inoperancia de las policías (incluido el ejército) por combatirlo, proceso que arrojó como resultado la desaparición de esas autodefensas y la continuidad en las actividades de los delincuentes con total impunidad.

Otra variante que muestra las agresiones de los aparatos policíacos contra la población son las masacres de Tlatlaya, estado de México, y Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, donde el ejército y la policía rural respectivamente cargaron sin la ciudadanía, en el primer caso argumentando que era un grupo de 22 delincuentes a los que tuvieron que abatir (sin ninguna baja castrense pese a un furioso intercambio de metralla; en el segundo, donde policía municipal balaceo a camiones de normalistas, y de un equipo de futbol, bajo las órdenes del crimen organizado, donde resultaron 6 muertos, 17 heridos y 43 desaparecidos (que se presume fueron asesinados y abandonados en narcofosas).

Más aún, mientras el gobernador de Guerrero festinaba que lo cuerpo encontrados en las fosas clandestinas no eran de los normalistas de Ayotzinapa y el procurador general lo desmentía sin asegurar que lo fueran, policías municipales de Chilpancingo baleaban a estudiantes del Tec de Monterrey, porque no se detuvieron cuando les hicieron el alto y los volvieron sospechosos en un investigación de secuestro que estaban realizando. En los hechos hirieron a un estudiante de origen alemán, lo que podría desencadenar incluso una querella diplomática. Incluso, al parecer siguiendo el impulso declaratorial del gobernador, el fiscal de investigación de Guerrero aseguró que los estudiantes eran de la Universidad Chapingo pese a que el Tec reconoció al alumno herido como parte de su matrícula.

Y podríamos reseñar más historias del tipo, desde la misma represión en el Distrito Federal a las manifestaciones del 1 de diciembre de 2012, hasta las sucedidas en Puebla, en Oaxaca, Veracruz y un largo etcétera, para acumular más de 57 mil muertos en lo que va de este nuevo sexenio del pri.

Mas los dueños de la violencia institucional (gobierno) ya han entendido que los principales agredidos (ciudadanía), cuentan con las redes sociales para contar su lado de la historia, confrontando a la transa, las agresiones, la corrupción, la colusión, las medias verdades y el ocultamiento de información por medio de textos, fotografías, videos, audios y memes, herramientas digitales que se han asimilado en la vida cotidiana.

La información sobre las acciones de la violencia “legal”, así, ya no tiene una versión única.